dimarts, 3 de juliol del 2012

Cuerpo 10 en el agua

Convierte la playa o la piscina en tu particular gimnasio. En el agua multiplicas la intensidad del ejercicio, quemas muchas más calorías y moldeas tu cuerpo mientras te refrescas. Haz nuestra “aqua tabla” y comprueba los resultados.

Aprovecha el verano para descansar de forma activa. Si te vas al mar, lo tienes muy fácil: la playa se convertirá en un fabuloso entrenador personal. En una piscina puedes hacer un montón de ejercicios que, en pocos días, producirán efectos visibles en tu cuerpo y en la báscula.
Aunque fueras muy perezosa y no hicieras ejercicio, sólo con bañarte en el mar o en la piscina quemarías muchas calorías. Y si lo haces varias veces al día y nadas unos minutos, ¡no te reconocerás!
Nuestra propuesta es que, además de brocearte y descansar, utilices el agua para entrenar tu cuerpo, mantener o bajar tu peso, y tonificar tus músculos.

Fitness en la playa

Cerca del mar el ejercicio no sólo se convierte en un placer sino que se combina con los beneficios de la talasoterapia: el agua y el aire marino contienen muchas sustancias maravillosas para tu organismo, por eso la playa te “carga tanto las pilas”. Como en todo plan de entrenamiento, lo ideal es combinar ejercicio aeróbico con tonificación y estiramientos. Mira qué fácil:
Dosis aeróbicas. ¿Normalmente te cuesta salir a correr o te horrorizan las clases de aeróbic? Caminar por la orilla del mar, hacer footing a primera o última hora de la tarde o simplemente nadar son el mejor ejercicio cardiovascular que puedes hacer. ¿Lo mejor? Ni te darás cuenta de que estás entrenando. Sólo con los paseos y los baños para refrescarte ya haces ejercicio. Imagínate si te proponemos nadar entre 10 y 15 minutos cada vez que te bañes o llevarte las zapatillas de running y correr 20 minutos un día sí o y otro no. Si además juegas a las palas, al voley o a saltar olas ¡podrás ponerte el biquini más pequeño que tengas! Entrenamiento extra. 10 minutos de “footing” en el mar equivalen a casi 40 minutos corriendo en tierra.
 
Tonifica tus músculos. Caminar por la arena o con los pies metidos en el agua supone un extra de intensidad que requiere un trabajo añadido para tus músculos. ¿El resultado? Piernas y glúteos firmes. Cuando te bañes, haz elevaciones de rodillas y aperturas laterales de piernas. Con el movimiento de las olas tendrás que esforzarte por mantener el equilibrio, lo que hará que todos tus músculos se pongan en acción. En la toalla, aprovecha para hacer sentadillas y abdominales.
Estira y relájate. El mar proporciona una energía y un bienestar especial, más aún si practicas cerca alguna disciplina cuerpo mente. Como yoga, tai chi o estiramientos. Hacer unas asanas o unos estiramientos a primera hora de la mañana activará tu cuerpo y tu metabolismo. Meditar por la mañana o a última hora de la tarde te asegurará un sueño reparador y te ayudará a controlar el apetito. Si eres de las que pasas horas bronceándote bajo el sol, haz estiramientos cada hora para no anquilosarte y estilizar tu cuerpo.

Ejercicio en la piscina

No es sólo un lugar en el que refrescarte y huir de la ciudad, sino el mejor “centro wellness” para cuidar tu cuerpo. Si eres de las que en verano deja el gimnasio porque le agobia el calor, prueba el aqua fitness, con monitor o por tu cuenta. Con la tabla que te proponemos conseguirás el cuerpo que quieres.
Nada. A croll, a braza, de espaldas… cada vez que vayas a la piscina haz 10 largos y ve aumentando uno o dos cada día. Combina diferentes estilos para implicar más músculos y quemar más calorías. Aunque te cueste, no te olvides de nadar de espaldas, es el mejor ejercicio para evitar dolores de espalda y corregir la típica postura encorvada de la gente que trabaja con el ordenador.
Corre. Alterna cada tres o cuatro largos nadando, uno haciendo footing dentro del agua. Con la resistencia del agua, será como si hubieras corrido varios kilómetros. Tonificarás tus piernas, nalgas y abdomen, y quemarás muchísimas calorías. Si sueles corre en tierra, al hacerlo en el agua evitarás los típicos golpes de calor del verano.
Tonifica. La piscina es perfecta para trabajar tus piernas y tus nalgas. De lado, apoya un brazo en el borde de la piscina y haz aperturas laterales, elevaciones frontales y posteriores. Al menos 10 con cada pierna. Para trabajar los abdominales, apoya los dos brazos en el borde y flexiona y estira las dos piernas a la vez. Sopla y mete el ombligo cada vez que flexiones las piernas y multiplicarás el efecto. Para moldear tus brazos, puedes comprarte accesorios especiales para nadar (decathlon.es).
Estira. No salgas del agua sin estirarte, has empleado todos los grupos musculares. Ponte donde hagas pie, sujétate al borde y estira los cuádriceps. De frente al bordillo, cruza una pierna sobre otra y flexiona la de abajo para estirar los glúteos. Pasa un brazo por delante del pecho, sujétalo con la otra mano y estira los hombros. Coge aire, coloca las manos en la nuca y, al exhalar, cierra los codos y lleva la cabeza al pecho. Súbete a la escalera, agárrate con ambas manos y arquea la espalda.