dijous, 13 de desembre del 2012

EL AGUA EN LA VIDA


            


Las funciones vitales más importantes del agua son consecuencia de sus propiedades, resaltamos:

Disolvente:
- Es el medio activo en que se desarrollan los procesos químicos en el organismo.
- Transportador de sustancias necesarias para la nutrición de las células, bien por su solubilidad en agua o en asociación con otras sustancias que las solubilicen.
- Vehículo para excretar productos de desecho.
- Lubrifica y proporciona soporte estructural a células, tejidos y articulaciones.

Termorregulador:
- El calor específico alto modera los cambios de temperatura, puede aceptar o ceder cantidades importantes de calor con pequeñas variaciones de temperatura.
- El elevado calor de vaporización permite que la sudoración nos proteja evitando un sobrecalentamiento cuando la temperatura es alta.
Agua corporal: contenido y distribución
En el caso del hombre y de los animales superiores, el agua constituye cerca de las dos terceras partes de su peso, y su contenido se mantiene prácticamente constante gracias a diversos mecanismos que regulan los ingresos y las pérdidas de dicho líquido.

El contenido en agua (inverso a la masa grasa) es menor en las mujeres y disminuye con la edad.
Agua corporal total (% de agua referida al peso corporal) en relación con el sexo y la edad
Edad (años)
10-18
18-40
40-60
Más de 60
Hombres
59
61
55
52
Mujeres
57
51
47
46
Podemos suponer que el agua se distribuye en compartimentos, que se corresponden con una triple realidad: anatómica (límites), química (composición) y funcional.

LIC contenido dentro de las células: 40% del peso, rico en fosfatos y proteinatos de K y Mg.

LEC: 20% [plasma en el interior de los vasos (5%), líquido intersticial, linfa, líquido cefalorraquideo, pleural, sinovial, humor acuoso]. Principalmente contiene Na+, Cl-, HC03-.

La membrana celular mantiene la diferencia de composición de estos dos compartimentos. Es como una membrana semipermeable que separase dos líquidos de igual concentración osmótica con diferente composición: LEC - Membrana celular - LIC

En el espacio extracelular la concentración es alta en sodio y baja en potasio. Dentro de la célula, la concentración es baja en sodio y alta en potasio. Esta diferencia se mantiene debido al mecanismo de la "bomba de Na/K-ATPasa" que lleva asociado un gasto energético. La retención o excreción de agua corporal se acompaña de retención o excreción de Na+ y Cl-. Si hay déficit de LEC la osmolalidad estará aumentada, sale agua de la célula, que se arruga. Por el contrario, un exceso de LEC disminuye la osmolalidad, entra agua en la célula que se hincha.
Equilibrio del agua
La regulación homeostática por el tracto gastrointestinal, los riñones y el cerebro mantiene bastante constante el contenido de agua. La cantidad de agua que se toma cada día es aproximadamente equivalente a la cantidad perdida.

Los mecanismos de regulación son:
- Regulación de la ingesta mediante la sed (el hipotálamo la activa si sube la osmolalidad plasmática).
- Regulación de las pérdidas mediante el riñón (el 99% se reabsorbe en los túbulos). La hormona antidiurética (ADH) contribuye a disminuir la eliminación de agua por el riñón (aumenta la permeabilidad del túbulo colector).

Este equilibrio es de vital importancia. La pérdida del 20% del agua corporal puede causar la muerte, la pérdida de tan sólo un 10% causa desórdenes graves.

La deshidratación produce efectos adversos que dependen del grado en que se produzca: sed exagerada, pérdida del apetito, dificultad para concentrase, mala regulación técnica, respiración laboriosa con el ejercicio, espasmos musculares, debilidad creciente, llegando a la muerte.
Ingesta de agua
El aporte de agua procede de tres fuentes principales:
- consumo de líquidos y agua de bebida
- agua contenida en los alimentos sólidos
- agua producida en los procesos metabólicos.

En los procesos metabólicos se produce agua: 0,41 g de H2O/g de proteína; 1,07 g de H2O/g de grasa; 0,60 g de H2O/g de carbohidrato En una dieta mixta se producen 300-400 g de H2O/día.

En individuos sanos, la sed controla la ingesta de agua, se estimula al disminuir el volumen extracelular o aumentar la osmolalidad. Los centros de control se localizan en el hipotálamo.

El agua se absorbe con rapidez porque se mueve por difusión a través de las membranas.
Eliminación de agua
Las pérdidas de agua incluyen la eliminada por:
- orina
- por evaporación a través de la piel y con la respiración
- heces

Estas pérdidas pueden elevarse cuando se produce una mayor sudoración consecuencia del calor ambiental o de ejercicios físicos intensos y en situaciones de diarrea, infección, fiebre o alteraciones renales. La cantidad de agua que se pierde puede presentar graves problemas si no se repone con prontitud. Especialmente grave es la deshidratación en niños y ancianos.

La deshidratación producida por la pérdida de una cantidad de agua superior a un 10% del agua total del cuerpo puede producir síntomas graves si no es compensada rápidamente mediante la administración de agua. Normalmente la sensación de sed nos invita a beber pero no sentimos sed hasta después de haberse iniciado la deshidratación.

Debido a nuestra lenta forma de reemplazar el agua corporal es aconsejable beber más líquido del que nos indique nuestra sed, con el fin de evitar una deshidratación crónica.
Requerimientos de agua
Puesto que el cuerpo tiene una capacidad muy limitada para almacenar agua, debe ser ingerida diariamente. Por esta razón no se sobrevive más de un par de semanas sin consumir alimentos si se acompaña de carencia de agua. El agua debe considerarse como un verdadero nutriente.

En las pirámides de recomendaciones dietéticas, el agua debe ocupar siempre la base.

Para un balance cero de agua debemos ingerir una cantidad equivalente a la eliminada.

Los requerimientos diarios de agua son:
- Niños: 1.5 ml/kcal;
- Adultos: 1 ml/kcal ingerida.

En función del peso corporal y la edad:
- Lactantes: 150 ml/kg;
- Niños: 50-60 ml/kg;
- Adultos: 35 ml/kg;
- Más de 70 años: 30 ml/kg.

Una adecuada ración diaria en adultos suele ser entre 2 y 2.5 litros de agua.

En las mujeres lactantes debe incrementarse en 600 a 700 ml/día.

Para las personas de edad avanzada debe aconsejarse que beban 2 litros de agua/día (8 vasos).
Importancia del agua en nuestra alimentación
Como colofón de lo anteriormente expuesto, decir que el agua es necesaria, imprescindible es un término más apropiado, para que nuestra vida se lleve a cabo de una forma saludable al tiempo que nos proporciona el placer de su rico sabor (insípida es el agua destilada que no es el caso). Además, un estado saludable contribuye a un buen aspecto físico.