diumenge, 27 de novembre del 2011

CAMINAR: FONT DE VIDA

Caminar dos kilómetros al día, unos 30 minutos, reduce en un 30% las posibilidades de sufrir un infarto, es una excelente manera de mejorar la salud y una actividad fácil de integrar en la mayoría de los estilos de vida de cada quién...

Para mantenerse en forma así como un corazón sano, es recomendables que practiquen al menos, media hora de ejercicio físico a diario, y caminar es uno de los más sencillos de practicar, en donde la inversión monetaria requerida es casi nula, y se puede hacer a cualquier hora del día. Todo depende de las ganas que cada persona tenga de mejorar su salud y apariencia física.

¿POR QUÉ ES BUENO CAMINAR?

Diversos estudios muestran que para las personas que hacen poco o nada de ejercicio, caminar en un buen ritmo 2 veces a la semana puede convertirse en una fuente de salud. Las mayores ventajas de caminar son, que no se requiere entrenamiento previo y que es accesible para la mayoría de las personas.

La mayoría de las personas subestima los beneficios de caminar, pero yo le digo a estas personas que, caminar es un ejercicio que, con un poco de creatividad, se puede aplicar fácilmente a la vida diaria. Por ejemplo, cogiendo el bus No en el paradero habitual, sino en el siguiente, o parqueando en una zona más retirada del lugar de trabajo. Cabe resaltar que lo anterior deben practicarlo sin que esto les ocasione problemas en su trabajo, de pronto por llegar tarde a éste, aunque muchas personas usen este factor como excusa para no caminar. Entonces, hay que tener en cuenta que con pequeños cambios como estos, se puede llegar a cubrir el ejercicio físico semanal que el cuerpo necesita para estar sano.

Caminar, y en general, la práctica habitual de ejercicio físico puede ayudar a prevenir la osteoporosis, el riesgo de infarto y determinados cánceres.

OTRAS VENTAJAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA, ENTRE ELLAS, CAMINAR:

Mejora la capacidad de concetración.
Disminuye los efectos del estrés.
Ayuda a conciliar mejor el sueño.
Ayuda al control de peso.
Reduce la posibilidad de padecer enfermedades comunes (gripe, fiebre, anemia, diabetes, entre otras), o almenos, hace que sus síntomas no sean tan fuertes como comunmente serían para una persona sedentaria.